Conociendo a médicos tratantes de VIH en nuestro país.
Dra. María del Rosario Valenzuela Salazar.
“Me he enfrentado a varios retos, pero el principal es el difícil acceso a la detección oportuna causado por el estigma y la discri- minación”.
La principal motivación que tuve para iniciar la atención a personas que viven con VIH, fue cuando conocí a Pablo Pu- cheta, activista de FRENPA- VIH, en ese entonces el realizaba activismo en lugares con comportamientos de riesgo, en ese momento yo me desempeñaba como Coordinadora Estatal del Programa de VIH, otorgando insumos y apoyando en la promoción a la salud, dando pláticas dirigidas a poblaciones clave con mayor riesgo de adquirir el VIH.
De él aprendí que en ocasiones tenemos ideas pre- concebidas sobre estas comu- nidades altamente afectadas y como olvidamos que la misma sociedad es el principal autor de este daño; el me enseñó que hay que ponerle cariño y empeño si quieres realmente ver un cambio, también me demostró con hechos que hay que perseverar ante la adversidad. Hoy en día creo que la vida me tiene aquí por alguna razón, al estar frente a personas que viven con VIH, que solicitan mi ayuda, me percato del proceso tan difícil por el cual tienen que pasar hasta el momento en que reciben la primera consulta, siento incluso que nos ven como una esperanza.
Hablando un poco sobre tu trayectoria a lo largo de estos años en contacto con personas que viven con VIH, ¿Qué actividades has realizado?
Ingresé en el año 2011 como Coordinadora Estatal del pro- grama de VIH en donde permanecí por cuatro 4 años. En el año 2016 solicité mi cambio de adscripción para regresar al área clínica e ingresar al CAPASITS como médico tratante.
Y en el tiempo que llevas en el CAPASITS de Durango ¿A qué retos te has enfrentado? Me he enfrentado a varios retos, pero el principal es el difícil acceso a la detección oportuna, considero que es un eslabón importante en todo el país, motivo por el cual no hemos llegado al primer 90%, Durango es un área de oportunidad ya que aún teniendo acceso a la detección en la población general y en poblaciones clave, sigue habiendo una deficiencia importante, esto causado por un marcado estigma social.
Entonces durante tu práctica clínica, ¿es común encontrarse con diagnósticos tardíos? Si, desafortunadamente es algo que vemos con frecuencia, siguen llegando personas con VIH en estas condiciones de salud, en fases muy avanzadas de la enfermedad, con inmunosupresión severa. Con esto, nos enfrentamos al reto diagnóstico de coinfecciones, comorbilidades e incluso cánceres asociados a estas etapas, también al riesgo de desarrollar síndrome de reconstitución inmune después del inicio de tratamiento, de hecho, recientemente tuvimos un caso con coccidioidomicosis. Esto, se debe en gran medida porque Durango tiene comunidades muy alejadas y con amplia dispersión geográfica.
¿Cómo se logra el acceso a esas comunidades? ¿Cómo logran que las personas que se encuentran muy alejadas del CAPASITS puedan ser atendidas? Te pregunto, porque sé, que el CAPASITS de Durango es el único centro de atención de PVVIH dentro de la Secretaría de Salud de su estado.
Hemos recurrido a la capacitación por medio del COESIDA (Consejo Estatal para la Prevención del VIH) de los médicos rurales haciendo uso de los recursos que las jurisdicciones sanitarias del estado nos facilitan, así es como llevamos a esas comunidades alejadas el acceso a pruebas de diagnóstico rápidas. Una vez que se realiza un diagnóstico son referidos a CAPASITS para iniciar su tratamiento y mantenerse en seguimiento; aunque en ocasiones las personas con VIH/SIDA tardan mucho tiempo en llegar a su cita de primera vez, una vez que se realiza la referencia.
¿Qué estrategias han imple- mentado para que las personas que viven con VIH continúen su atención en el CAPASITS a pesar de estar tan alejados de la unidad? Buscamos la coordinación con las diferentes jurisdicciones sanitarias para la capacitación y la sensibilización al personal de salud de cada una de las comunidades, destacando la importancia del seguimiento y el tratamiento antirretroviral, hacemos hincapié del tratamiento antirretroviral como parte de una estrategia de prevención. Además de hacemos uso de programas estatales como por ejemplo el programa de apoyo económico a mujeres. ¿Con qué frecuencia se le da seguimiento a una persona con VIH en el CAPASITS? En el contexto de un paciente subsecuente cada tres meses, sobre todo a aquellos que han logrado una supresión virológica óptima. Las personas de reciente diagnóstico se citan de manera breve para otorgarles el tratamiento antirretroviral lo antes posible, una vez iniciado este, se cita a los 20 días para valorar la presencia de eventos adversos, tolerancia al tratamiento, entre otros. La cita siguiente se realiza al cumplir dos meses de tratamiento, en esta se aprovecha para tomar las muestras para el conteo de carga viral de control y de linfocitos CD4.
¿Con qué periodicidad se realiza la toma de cargas virales para VIH? ¿Es fácil acceder a ellas?
Como lo establece la Guía de terapia antirretroviral del CENSIDA (Centro Nacional para la Prevención y el Con- trol del VIH y el sida) una vez que se logra la indetectabilidad y contamos con dos resultados de carga viral de manera consecutiva con resultado en valores indetectables, se le da seguimiento realizándola cada seis meses. En CAPASITS no tenemos un espacio para toma de muestras de laboratorio, lo que hacemos es unir esfuerzos con el Laboratorio Estatal de Salud Pública que se encuentra en el Hospital General 450 aquí en Durango en donde se envían a los pacientes para realizar la toma de muestras para el proceso de la carga viral de VIH y de células CD4 de control. Si son de comunidades alejadas los tratamos de citar los días lunes, martes o miércoles y los llevamos en la condoneta o el prevén móvil al laboratorio central.
¿Cómo actúan como institución ante la sospecha de una falla virológica?
En esos casos nos apoyamos con la trabajadora social, la Lic. Susana Robles la cual cada mes realiza un corte en el sistema SALVAR (Sistema de Administración, Logística y Vigilancia de Antirretrovirales) para revisar las cargas virales y percatarse de manera temprana si alguna persona viviendo con VIH se encuentra con carga viral detectable en sospecha de falla virológica, posterior a esto si denota que no hay buena adherencia a citas o no se tiene una cita agendada de manera próxima, realiza llamadas y visitas domiciliarias para gestionar una cita próxima. En localidades alejadas se coordina con la jurisdicción que corresponda para estar al tanto del usuario. ¿Cuánto tiempo invierte la persona con VIH, que vive en una comunidad lejana, para acudir a CAPASITS?
Depende de las vías de acceso, como tenemos una alta dispersión geográfica, el acceso a las comunidades es por medio de caminos de terracería y pueden llevarle hasta 12 horas. En las zonas indígenas como el Mezquital es aún más complicado.
¿Cuántas personas que viven con VIH acuden en un mes en el CAPASITS? Actualmente entre 150 y 200, aunque esto varía mucho ya que tenemos mucha migración de otros estados. La relación de hombres y mujeres es de 2:1 y la población clave con mayor riesgo sigue siendo los hombres que tienen sexo con hombres (HSH).
¿Cuál es el comportamiento de las mujeres que viven con VIH que se encuentran acti- vas? ¿Continúan con su tra- tamiento o lo abandonan?
Tenemos muy buena retención de las mujeres, en general son muy adherentes. Constantemente se realiza sensibilización sobre la importancia de la adherencia a su tratamiento, se les explica que, para tener una adecuada adherencia al tratamiento, no solo es cumplir con la toma de este si no que atender factores que podrían mermar en el cumplimiento como la actitud, el cumplimiento de proyectos de vida , etc., es por eso que el acompañamiento en conjunto con el área de psicología es sumamente importante, las personas con VIH, comúnmente llegan con miedo, con autoestigmatización y con temor a ser discriminados.
En los últimos años se ha reforzado el equipo de atención multidisciplinario con el que cuenta el CAPASITS para sumar esfuerzos, según lo que el paciente requiera; si llegase a acudir algún usuario pe- diátrico es referido al servicio de Infectología Pediátrica del Hospital Materno Infantil. Me imagino que durante toda tu relación con las personas que viven con VIH has enfrentado muchos retos ¿Cuál ha sido el mayor de estos? Considero que, el mayor reto es vencer el estigma y discriminación.
Además, vemos con tanta frecuencia el estigma interiorizado, el cual produce sentimientos de vergüenza, con temor al diagnóstico lo que repercute a no hacerse pruebas o a iniciar un tratamiento para el VIH. Otro reto es la retención a los servicios de salud de las personas viviendo con VIH, ya que en ocasiones se abandona el tratamiento hasta por un mes, motivo por el cual diariamente reforzamos la adherencia a este.
¿Qué porcentaje de indetectabilidad tienen en el CAPASITS?
Tenemos un porcentaje entre 89 y 90% de pacientes indetectables.
¿Qué estrategias han utilizado para logras sus metas de trabajo establecidas? El trabajo en equipo y de campo, acercarnos a los centros en donde no se tenga tanta información; educando a la población para sensibilizar acerca del riesgo de adquirir VIH y otras infecciones de transmisión sexual para después ofertar pruebas rápidas para un diagnóstico oportuno. Hemos trabajado en CERESOS y CEFERESOS, en empresas como las maquilas, Teleperformance, plazas públicas, hemos unido esfuerzos con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Centro de Justicia Estatal para las mujeres y con la comunidad LGBTT- TIQ+; además, hemos tenido acercamiento con antros gay, que nos permiten repartir kits con condones, lubricantes y un vale para la realización de una prueba rápida en el CAPASITS; esto ha sido una estrategia que nos ha dado muy buenos resultados, ya que acuden usuarios a la unidad refiriendo que se ganaron una prueba rápida permitiendo realizar diagnósticos oportunos.
Por último ¿Les afecto de al- guna manera la pandemia de la COVID-19? Si, disminuyó en mucho la detección, tuvimos rezagos en la consulta e incluso se vio refle jado también en los centros de salud. La estrategia que utilizamos para no afectar la salud de las personas que viven con VIH adscritas al CAPASITS, las cuales mantenían un buen control virológico y una adecuada adherencia, fue que cuando se comunicaban mencionando que no podían acudir a la unidad porque estaban con diagnóstico de COVID-19, nosotros le lle- vábamos el medicamento hasta su casa en el preven móvil y/o
en la condoneta.
Dra. Violeta Figueroa Polito Geríatra.
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